lunes, 21 de septiembre de 2009

Etapa de formación y desarrollo (fines de siglo XVIII hasta 1860)

A fines del siglo XVIII hasta mediados de siglos XIX, etapa donde se empezó a consolidar la región del Rio de la plata como un país propiamente dicho, comenzando a delimitar los territorios correspondientes, se inicio también la etapa de desarrollo económico en el país, como un organismo. Antes de la Revolución de Mayo y las guerras de independencia, la división de provincias era más irregular y había un desarrollo, más que nada, en las diferentes zonas o pueblos; existía actividad predominante que brindaba el sustento y desarrollo. A lo largo de este período se distingue, en el rasgo político, una mayor consolidación y unión del territorio, mientras que, en el rasgo económico se abandona el antiguo método de comercio, es decir, el comercio colonial, para introducirse poco a poco, en el comercio exterior. Se distingue cuatro principales puntos de transformación: el desarrollo del puerto de Buenos Aires, la expansión de la ganadería y su desarrollo como principal fuente de exportaciones en el país, un amplio desarrollo del litoral y, como consecuencia de esto, un estancamiento de las provincias del Interior.

Un factor determinante que causo estas modificaciones fueron los consecutivos cambios políticos en aquella época: la Revolución de mayo de 1810 fue uno de los primeros sucesos que modificaron la situación política y por la tanto, la economía. Comenzó el proceso de división regional y, en consecuencia, se desligaron tanto de la zona del Alto Perú, como de Chile, Bolivia, y la Banda Oriental; causando la pérdida de importantes recursos, como los metales preciosos provenientes del Alto Perú. Más adelante, con la aparición de la Revolución de independencia de ¡1816, y las guerras civiles entre unitarios y federales a lo largo de la época provocaron, por un lado, la consolidación territorial del país como un estado independiente de la corona española; mientras que por el otro lado, se genero una enorme inestabilidad, tanto política como económica. Continuó con una seguidilla de gobiernos débiles e inestables, distintos unos de otros, y con gobernadores, y líderes tanto débiles como corruptos e hipócritas, que compensaron y continuaron un proceso de decadencia en vez de brindar mejoras. Un distintivo gobierno de la época fue el de Juan Manuel de Rosas por dos factores importantes que influyeron en la situación económica de la época: la disgregación de Buenos Aires y la Confederación, formada por las provincias del Interior - producto del gobierno centralizado de Rosas a pesar de constituir un gobierno federal -; y las campañas hacia la zona de la Patagonia, para expandir el territorio nacional.
La autosuficiencia desarrollada por el territorio argentino a principios del siglo XIX se debe exclusivamente a la apertura del Puerto de Buenos Aires y del Río de la Plata, y esto provoco también el desarrollo de la ganadería como la actividad primaria. El desarrollo del puerto consistió un desarrollo previo al de la Revolución de Mayo, y fue influenciado, esencialmente, por la Revolución Industrial que se estaba dando en Inglaterra; este innovador desarrollo marco un punto de cambio importante en el Virreinato del Rio de la Plata, ya que constituye la paulatina introducción de la colonia hacia el comercio exterior, dejando atrás el antiguo comercio colonial, característico de las economías regionales. El desarrollo consecuente del mismo es posible, por un lado, a partir del nuevo desarrollo tecnológico, tanto en los medios de producción, como en los medios de comunicación; mientras que, por el otro lado, se debe a la enorme influencia del contexto externo. La ubicación geográfica del Virreinato, mas específicamente de Buenos Aires, constituía un excelente puno de acceso al Imperio colonial; no obstante, hasta este momento, el corazón de Latinoamérica lo constituía la cuidad de Lima a causa de el precario desarrollo de la zona pampeana (o hinterland) y porque, en aquella época, el centro de intercambio se hallaba ubicado en la zona del Caribe, en consecuencia, la zona de Buenos Aires quedaba completamente aislada y marginada por la falta de un producto exportable. Con el progreso del puerto y las reformas borbónicas, Buenos Aires adquirió mayor importancia estratégica y generó un progresivo aumento del tráfico comercial y desarrollo interno; asimismo, se transformo en el punto indispensable para el territorio argentina ya que, no solo permitía la exportación de los productos provenientes del Interior, sino que también era la fuente de productos importados.
Producto de este desarrollo portuario, surgió la ganadería como la principal actividad económica del territorio argentino, especialmente en la zona del Litoral. Esto se debe, principalmente, al proceso de delimitación de territorios, durante la Revolución de 1810 y la Revolución de la Independencia de 1816, donde se consolidó el estado Argentina como un país independiente, por lo que, a lo largo de este período, quedó desvinculado a las zonas del Alto Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, la Banda Oriental lo cual también abarcara la desvinculación de comercio. La zona del Alto Perú poseía un alto contenido de piedras preciosas, para lo cual a Buenos Aires representaba el 90% de las exportaciones, mientras que la ganadería solo ocupada el 10% con la venta de cuero. Asimismo, las mismas revoluciones, especialmente, la de independencia, causo finalmente la ruptura del comercio e intercambios entre las provincias del Interior con estas regiones de Sudamérica, desencadenando graves consecuencias en la zona del Interior. Esta alteración en la disponibilidad de recursos para exportar y la falta de una actividad que sustentara y mantuviera el mercado interno desencadeno el perfeccionamiento de la ganadería; y existieron diversas condiciones que posibilitaron esta mejora: en primer lugar, las propicias condiciones ambientales y la abundante cantidad de tierras fértiles en la región pampeana, mas específicamente, en la región del Litoral, y el hecho que se mantienen a muy bajos costos permitió el uso y explotación de esas tierras, que hasta el momento eran “inútiles”. En segunda lugar, la escasa demanda de mano de obra que requería ya que, con muy poco trabajadores en el campo, se abarcaba la mayor parte del trabajo y por lo general, la mayor parte de la mano de obra esta constituida por campesinos y personas que pertenecen a la clase mas baja de la sociedad. En la época del gobierno de Rosas, se utilizaba como mano de obra aquellos gauchos que no eran enviados a luchar a la Guerra con Brasil, y por lo general, sus salarios eran bajos. En tercer lugar, el avance de la tecnología y los medios de transporte marítimos, y el aumento de la demanda de estos productos ganaderos de países internacionales, en Europa y América; esto facilitó el incremento progresivo de las exportaciones de productos ganaderos, como el tasajo y el cuero. Finalmente, la poca complejidad y la escasa tecnología que se requería en la empresa ganadera permitían fabricar el producto de forma más sencilla, sin necesidad de desarrolladas tecnologías; constituía, principalmente, la matanza, crianza y faena de los animales, y los elementos necesarios eran muy precarios. Los fundamentales productos ganaderos exportados por el territorio Argentino eran el cuero, la carne, el tasajo y la lana, y esta actividad constituyo a la fuente primario de acumulación del capital en la región del Litoral. Durante el período de 1816, a pesar de este innovador progreso, la economía argentina era muy débil e inestable, poseía un producto primario, no obstante, no poseía industrias, por lo que dependía inevitablemente de la compra y ventas de los países internaciones, principalmente, de Inglaterra. A lo largo de la etapa del gobierno de Rosas, a partir de 1820 hasta 1840, hubo una increíble expansión de la frontera, apuntando a la zona Patagónica, y paulatinamente, fue en aumento la ocupación territorial y, paralelamente, la privatización de tierras, formando estancias, hasta llegado un punto donde había una acumulación de tierras en pocas manos; es decir, el capital estaba concentrado en unos pocos. Esta formación de estancias constituyó a las primeras empresas capitalistas argentinas con empleados, y de forma progresiva, se introdujeron mejoras, aunque ínfimas, con respecto a la tecnología; esto llevo al desarrollo de los productos ganaderos y para 1866, los productos ovinos comenzaron a adquirir mayor importancia, en especial la lana.
Esta importante expansión de la ganadería y el desarrollo del puerto de Buenos Aires tuvieron efectos opuestos e las distintas zonas del país: en la Región del Litoral - constituida por las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires -, la cual reunía propensas condiciones para el progreso de la ganadería y el aprovechamiento de la demanda del mercado mundial, el impacto fue inconmensurablemente positivo y brindó prosperidad, y exitosos desarrollos, mas que nada, en la provincia de Buenos Aires. Mientras tanto, en la región del Interior, desencadeno un impacto negativo que consecutivamente generó el estancamiento de la región.
Luego de la Revolución de la Independencia, se eliminaron las trabas del comercio y se estableció el librecambio, es decir, que había tanto exportaciones como importaciones libres, y junto con la gran demanda externa de productos ganaderos, el desarrollo del Litoral adquirió mayor importancia. El producto ganadero generaba un tercio de las ganancias del Litoral ya que el mismo producía rentabilidad y había adquirido un extenso valor en el mercado mundial, y constituían del 60% al 70% de las exportaciones como consecuencia de la falta de oro y plata proveniente del Alto Perú. El hecho de que haya un fuerte aumento en las exportaciones, implicó también una alta importación, especialmente, manufacturas, ya que los artículos producidos en el ámbito nacional no satisfacían las necesidades de las personas. En consecuencia, este proceso económico causó las migraciones dentro del ámbito nacional, y progresivamente hubo un aumento de la población en la zona del Litoral, mientras que en la del Interior iba en constante descenso: se generó una desigual distribución de la población, y esto, en consecuencia, desencadenó la urbanización de la región. No obstante, estas modificaciones no brindaron únicamente cambios positivos, sino que también trajeron consecuencias negativas: el escaso desarrollo de las industrias en el país a causa de la importación de productos manufacturados ya que, con las importaciones ya satisfacían la necesidad hacia esos productos e imposibilitaban la capacidad del desarrollo de industrias en el país; el producto nacional no podía competir con el producto internacional, por ende, se generaba una economía sin base industrial alguna y con una precaria diversificación que imposibilitaba el desplazamiento del capital hacia otro sector exportable; estaban muy focalizados en la ganadería. Asimismo, esta el precario desarrollo y transformación del Litoral, por un lado, a causa de la alta cantidad de pueblos primitivos en la mayor parte de las regiones, la escasa mano de obra capacitada para trabajar en empresas, un atroz avance en los medios de transporte en el ámbito nacional y, finalmente, la falta de capital y el poco aprovechamiento de la tierra.
En esta etapa de consolidación nacional y desarrollo económico del país, no solo se destacó el progreso de la zona del Litoral, sino que también el estancamiento del la zona del Interior fue significativa luego de la Revolución de Independencia de 1816, cuando perdió contacto comercial con las diferentes regiones de Sudamérica, como Bolivia y Alto Perú. Como si fuese poco, el escaso desarrollo de estas regiones comparadas con el Litoral causaba un desplazamiento poblacional masivo hacia estas regiones mas desarrolladas. A falta de orto y plata, adquieran mayor importancia los productos ganaderos y el hecho que en el Litoral importaran manufacturas de Inglaterra agravaba la crisis en el Interior, ya que no tenían posibilidades de crecimiento: era imposible competir con esos artículos. En consecuencia, adoptaron una política proteccionista: le aplicaban una tarifa de aduana a los artículos provenientes del exterior, para impedir que compitan con los productos nacionales, pero la misma tuvo muy poco éxito. Además, las pésimas condiciones, el limitado desarrollo tecnológico en el Interior contribuía a este estancamiento.
Sin embargo, a pesar de estas problemáticas, existe una provincia que tuvo un desarrollo esencial en esta etapa, superior al del resto: Buenos Aires. Cumplió muy rol fundamental no solo en la exportación de productos, el control del puerto y la aduana, sino que también contribuyó en el sustento de la zona del Interior, donde posibilitaba el comercio interprovincial. La provincia de Buenos Aires poseía el mayor control de la economía y, de esta forma, salía sumamente beneficiada en la mayoría de los casos. En 1853, época del ascenso de Urquiza al poder, Buenos Aires suprimió las aduanas que había en el Interior, manteniendo la de Buenos Aires como única aduana y se aplicó impuestos al resto de las provincias. Asimismo, mantenía su autonomía, un beneficio que las demás provincias no podían gozar, y prohibió a las provincias del Litoral el libre uso de los ríos para las importaciones y exportaciones de productos; todo debía pasar por Buenos Aires.

Introducción: ¿Como las decisiones del pasado pueden influir en nuestro presente?

Actualmente, cuando nos informamos respecto a todo aquello que abarca las condiciones económicas de nuestra nación, tendemos a preguntarnos “¿Cómo es que llegamos hasta este punto crítico? ¿Por qué cada vez estamos decayendo más? ¿Por qué los medios muestran un gran progreso económico nacional pero la inflación es cada vez mayor y por que hay cada vez más desempleo?”. Cuando nos surgen estas dudas, nos ponemos a reflexionar, primero le echamos la culpa a los desempleados, a todas aquellas personas que viven del esfuerzo de los demás, luego a los políticos al poder, que no solo viven de nuestros impuestos, sino que también van destruyendo paulatinamente nuestra estructura económica, política y social. Buscamos cientos de referentes a quien inculpar; no obstante, en una reflexión profunda, logramos hallar al verdadero culpable de nuestra decadencia, pobreza e inestabilidad: nosotros mismos, el pueblo.
“¿Cómo puede ser el pueblo el culpable si ellos solo siguen las ordenes de sus líderes, de sus representantes al poder?”, la realidad es que nosotros, los propios argentinos, nos dejamos manipular por aquellas personas que solo buscan la ventaja y el bien propio; nos dejamos someter por las catastróficas y perjudiciales decisiones de nuestros representantes; pero sobre todas las cosas, somos nosotros los que dejamos que todas aquellas personas, tóxicas y atroces, lleguen a ser “la voz del pueblo” cuando en realidad están siendo “la voz de su propia codicia”. Los argentinos son los las personas que les conceden a los gobernantes expresar nuestras necesidades y satisfacerlas, les permiten estar un escalón más arriba del resto de los habitantes para regir un país libre e independiente donde todas las personas, ya sea hombre o mujer, niño, joven o adulto, argentino o extranjero, son iguales y merecen vivir bajo las mismas condiciones, tener las mismas oportunidades y vivir en una comunidad armónica; y, especialmente, son los que les permiten tomar las decisiones por el resto de la sociedad.
Sin embargo, esta deficiencia en nuestras decisiones posee un antecesor, una influencia previa que la dispara y tiende a provocar las consecuencias posteriores, anteriormente nombradas: la falta de educación. Cuando alguien se educa, no se le enseña únicamente para que sepa sobre un tema especifico, para engrandecer su mente, sino también para poder aplicarlo a la vida real, para engrandecer su conocimiento sobre temas que involucran y afectan a todos los habitantes, como por ejemplo, el alto y desmesurado grado de pobreza que se extiende sobre la nación; pero, mas que nada, se instruye a una persona para aprender sobre los errores del pasado y lograr un mejor futuro. Cuando un niño mete la mano en el fuego, se quema y siente una fuerte quemazón y dolor en la mano; este incidente no solo muestra que el fuego quema, sino que también no hay que meter la mano en el porque salimos dañados, el niño aprende a no cometer el mismo error que antes para cuidarse a si mismo. Lo mismo ocurre con la economía: aprendemos de los errores del pasado, de las malas decisiones tomadas, de las diferentes crisis y problemáticas para no volver a tropezar dos veces con la misma piedra y construir una nación más estable, pacífica y productiva. Si la gente no se educa, si no conoce sobre su pasado, sobre su presente, ¿Cómo puede pretender un mejor futuro?
A lo largo de este ensayo, se intentara instruir a aquellos que desconocen sobre la realidad económica Argentina recorriendo los dos últimos siglos de nuestra historia y desempolvar aquellos conocimientos olvidados y abandonados en lo más profundo de la mente a aquellas personas que si fueron instruidas de conocimientos, pero que se olvidan de nuestras raíces, de las decisiones que hoy nos forman como país y las influencias que nos afectaron. Es importante destacar la importancia de estos conocimientos para saber donde hoy estamos parados, de esta forma, habrá un pantallazo histórico que conecte la secuencia de cambios y alteraciones que ha sufrido la economía Argentina los últimos doscientos antes, demostrando que existe un hilo conductor y que, ciertamente, nuestros antecesores fueron una gran influencia y determinaron, en cierta forma, la economía actual. Cada decisión tomada, correcta o errónea; cada influencia, interna o externa; cada ínfimo cambio no solo estructuraron y desestructuraron, construyeron y destruyeron, restablecieron y renovaron la economía argentina de años anteriores, sino que también afecto el presente.
Finalmente, se abordara más que nada la realidad económica actual, lo que las personas de hoy están experimentando, y con toda la previa información, se tendrá como objetivo también concientizar a la sociedad argentina; provocar una movilización interna y cambiar la actitud resignada de dejarse llevar por las desastrosas decisiones de los representantes que elegimos bajo un velo de ignorancia, y preguntarse: “¿Por qué no empezamos a prestar más atención y a tomar mejores decisiones?”

Indice (provisorio)

-Introducción

-Etapa de formación y desarrollo (fines de siglo XVIII hasta 1860)

-Etapa de la Economia Primaria Exportadora (1860-depresion de 1930)

-Etapa de la Industrializacion(1930-1976)

-Etapa de la hegemonía neoliberal (1976-2001)

-Nuestra situación Actual (2001-2009)

-Conclusión: una gran cadena de hechos enlazados

Realidad económica Argentina: del pasado al presente

Un pantallazo acerca de nuestra realidad económica nacional contextualizándolo en la historia y los gobiernos durante el transcurso del bicentenario y como las decisiones del pasado y la globalización determinaron nuestro presente.

Objetivo

A través de este ensayo recorreré los doscientos años de historia de la República Argentina destacando más que nada el aspecto económico; cuales eran las diferentes estructuras adoptadas según las diferentes épocas y gobiernos, las crisis y conflictos que la alteraron, desestabilizaron y modificaron, y como a través de este largo e inestable proceso llegamos a nuestra actual realidad económica. Se intentara demostrar como el pasado influyó en nuestro presente y las diferentes entre las distintas etapas económicas influenciadas por los diferentes, y hasta opuestos, pensamientos y creencias.